miércoles, 12 de noviembre de 2014

Conos de flores para una boda

Desde que hace casi un año mi hermano y su novia Miriam nos dijeron que se casaban, sabía que algo tenía que maquinar para sorprenderles y aunque no sé si lo conseguí, por lo menos tengo claro que disfrute preparándoles la sorpresa.

Lo primero era la idea. Me acordé que en mi boda, mis tías y mi madre tuvieron la paciencia de recoger flores de buganvilla del jardín de casa de mi abuela para echárnoslas a la salida de la iglesia y me pareció que algo así podíamos hacer con ellos.

Busque ideas para que los invitados pudieran tener las flores en la mano mientras los recién casados se decidían a salir de la iglesia y encontré una idea genial: conos hechos con blondas de papel. Pero yo quería darles un toque personal, que sus nombres se vieren en esos conos. Como no podía imprimir ni escribir nada en ellos opte por pegatinas con sus nombres y la fecha del enlace. Un ligero tono rosa me pareció el ideal.

Aproveché las vacaciones de verano, que tengo más tiempo, y, a escondidas para que nadie supiera que hacía, preparé un molde de cono con una cartulina y después fui cogiendo blonda por blonda, dándole forme y pegando la etiqueta. El resultado quedo espectacular.

Pero los conos con las flores había que dejarlos en algún sitio. Lo mejor eran cajas de madera tipo las que se usan para transportar la fruta. Localicé un distribuidor que las hacia, me puse en contacto con él y me dijo que si iba a por ellas, me las regalaba. Después sólo tuve que darles una mano de imprimación y dos de pintura para conseguir el tono gris final.

No contenta con ello, quería que las cajas también estuvieran personalizadas con los nombres de los dos. Probé varias técnicas y, cuando ya estaba a punto de tirar la toalla, alguien me sugirió las pegatinas vinílicas. Se pueden encargar en muchas páginas de internet pero yo fui a una tienda de bricolaje donde me explicaron como utilizarlas. Encargue una para cada lado de cada caja y .... listo, ya tenía mis cajas con mis conos para las flores preparadas.

Ya sólo quedaba esperar a que la fecha del día D estuviera próxima para rematarlo todo y darles la sorpresa a su salida de la iglesia.



El día de la boda amaneció espectacular. Un sol maravilloso, una temperatura super agradable, a pesar de ser casi finales de octubre, y unas ganas de disfrutar el momento muy grandes. Los novios estaban radiantes; un poco nerviosos, pero es normal. Y a su salida de la iglesia no sólo les esperaban las flores de buganvilla del jardín de mi abuela sino también unas palomas blancas que una amiga de la novia soltó en ese momento.

Importante, mi abuela, que está muy mayor, no pudo venir a la boda porque vive a 600 kilometros de distancia y un viaje tan largo a los 97 años ..... Las flores de bugnavilla fueron una forma simbólica de que estuviera con nosotros. Ya le enseñaremos las fotos.

No sé si Miriam y Emilio lo disfrutaron pero a mí la idea me encantó.

Si os animáis a hacer algo por el estilo, ....

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Fernando Manso

Por casualidad el otro día tuve la oportunidad de conocer a uno de los mejores fotógrafos que tenemos en España: Fernando Manso. Muchas veces se le ha considerado el Antonio López de la fotografía pero yo creo que va más allá.

Cualquiera de sus fotografías es en sí una obra de arte maravillosa. Presume, bueno más bien presumen otros porque él es bastante modesto, de estar infinidad de horas hasta que consigue la luz y la escena que quiere fotografiar. Es un fotógrafo de los de antes, siempre con su cámara analógica de placas a cuestas y con una paciencia digna de admiración, y de envidia.

Ha publicado dos libros de fotografías maravillosas, uno de ellos inspirado en Madrid, nuestro querido Madrid, y otro en España. En ambos se ven escenas muy conocidas pero que pocos han tenido la oportunidad de disfrutar.

Animaros a descubrirle entrando en su página web (www.fernadnomanso.com) o en su perfil de Facebook (https://www.facebook.com/FernandoMansoFotografo). Seguro que las imágenes que veréis no os dejarán indiferentes.

lunes, 20 de octubre de 2014

Trufas de galletas Oreo convertidas en tarta María

Hoy os voy a contar como preparar unas trufas de galletas Oreo para chuparse los dedos. Podéis dejar que los niños os ayuden ya que es una receta que no necesitas prácticamente usar ningún utensilio peligroso. Sólo tienes que encargarte de derretir el chocolate.

La receta original no tengo claro de dónde viene. A mí me la paso mi amiga María y están buenísimas.

Ingredientes:
1 paquete de queso en crema, el ideal es el queso Phladelphia y, por supuesto, el original;
36 galletas Oreo;
4 paquetes de 4 onzas, cada uno de chocolate para la cobertura. El ideal es el chocolate semidulce de Baker's.

Elaboración:
Lo primero que hay que hacer es triturar las galletas hasta que queden unas migas muy finas. A continuación les añadimos la crema de queso y lo mezclamos todo muy bien hasta que consigamos una pasta homogénea.

Con la pasta hacemos bolas no muy grandes de tamaño. Una vez que tengamos la bandeja llena de bolitas, las metemos en el congelador 10 minutos como mínimo aunque es aconsejable dejarlas una hora para que estén bien firmes.

Una vez duras, se sumergen en el chocolate derretido y se dejan reposar en una fuente poco profunda cubierta de papel encerado para que se despeguen fácilmente. Cuando están otra vez frías, se despegan del papel y se pueden guardar en un recipiente hermético durante varios días en la nevera.

Veréis lo que les gustan a todo el mundo.

Otra opción que he hecho este fin de semana es una tarta rellena de la crema de Philadelphia y galletas Oreo. Podéis hacer un sencillo bizcocho con un molde redondo y una vez que esté frío lo cortáis en dos mitades iguales, ponéis sobre la parte inferior la crema, tapáis con la otra mitad y cubrís toda la tarta con chocolate para cobertura fundido. El resultado es una tarta exquisita.




Como adorno de la tarta ya que era el cumpleaños del pequeño de la casa hice un coche, o algo parecido, con galletas de barquillo.  ¡No os imagináis la cara de asombro del cumpleañero!

lunes, 29 de septiembre de 2014

Cajón secreto

En la mesa que usa mi hijo para dibujar no tenía ningún cajón y viendo un día una caja de vino de madera se me ocurrió que me podía servir para guardar todos sus dibujos, pinturas, tijeras, sacapuntas, .....

La lavé bien y la pinté y lista. El resultado es un cajón secreto donde él puede guardar sus dibujos, sus secretos sin que la habitación parezca permanentemente desordenada.


lunes, 22 de septiembre de 2014

El nuevo Museo Arqueológico Nacional

La semana pasada tuve la oportunidad de poder visitar con mi marido el Museo Arqueológico Nacional. Sin lugar a dudas los cinco años de obras le han convertido en un museo con mayúsculas, mucho más interactivo. Si cuando era niña hubiera tenido un museo así hubiera aprendido mucho más fácilmente la historia.

Nada más entrar, en las dos primeras salas podemos ver varios montajes audiovisuales en los que se sintetiza muy bien la historia de España. El video se proyecta sobre un mada de la peninsula ibérica con relieve que nos muestra como las diferentes culturas habitaron nuestra tierra a través de los siglos. Narra la historia de España desde la prehistoria hasta el día de hoy.

Desde luego la visita al Museo Arqueológico Nacional es una visita más que obligada si uno viene a Madrid, especialmente si lo hace con niños, tengan o no ganas de aprender.

Museo Arqueológico Nacional

jueves, 18 de septiembre de 2014

Guardallaves

Realmente no sé si el nombre de guardallaves existe pero no sé como llamar una caja que sirve precisamente para eso, para guardar las llaves.

Sé que hace unos días os contaba que había pintado unas cajas de vino de madera y las quería usar para guardar las llaves que usamos diariamente y que siempre están por medio (por lo menos en mi casa). Pues bien, ya he conseguido colgarla en la pared y quiero enseñaros el resultado.









Decorar con cajas de vino

martes, 9 de septiembre de 2014

Decorar con cajas de vino

Hace un par de semanas me encontré en casa de mi abuela unas cajas de vino de madera que estaban listas para tirar. Me puse a dar vueltas a la cabeza y acabé pensando que si las pintaba las podría utilizar para algo.

Aproveché que tenía por casa un bote de pintura gris. Lo mejor de hacer estas cosas es aprovechar lo que uno ya tiene y no comprar nada nuevo. En fin, que lo guay está en crear con lo que uno ya tiene.

Cogí esas dos cajas de vino de madera, las dí una mano de tapa poros, lijé, primera mano de pintura, lijé y segunda mano de pintura y tachán: mis cajas listas para ser usadas.

La caja de una botella la quiero utilizar para colgar las llaves en la entrada de casa que es pequeña y al final la llaves siempre acaban en cualquier sitio y hay que andar buscándolas. La idea es colocar dentro unas alcayatas y colgarlo en la pared.

Y con la caja grande, la de tres botellas, lo que he hecho es ponerla en la habitación de mi hijo para que guarde sus dibujos. La tienen encima de su mesa y está encantado de tener su caja secreta. Y yo más porque ya no tengo encima de su mesa el desbarajuste de papeles que había antes.

Mientras espero a que la taladradora me haga los agujeros en la pared para colgar la caja la estoy usando de macetero aunque también probé a usarla de centro de mesa con algunas flores de buganvilla.


La pintura que he usado para las dos cajas es un esmalte al agua satinado gris perla de Bruguer.

lunes, 25 de agosto de 2014

Tarta de zanahoria

Ahora que está a punto de terminar el periodo vacacional y todos tenemos algún que otro kilo de más a pesar de habernos propuesto haberlos perdido, me apetece compartir con vosotros esta receta para que, al menos, os endulcéis un poco.

La receta original es del blog de recetas americanas: http://recetasamericanas.com/ aunque la he adaptado un poco para hacerla con la Thermomix.


Ingredientes:

2 tazas de azúcar (400 g);
4 huevos;
1 taza y media de aceite (350 ml). Aquí tengo que decir que la receta original es con aceite de girasol pero como casi nunca tengo en casa, yo lo hago con aceite de oliva. De hecho el otro día, la hice con aceite de oliva virgen extra y estaba también muy buen pero el sabor era algo más fuerte. Depende del gusto de cada uno.
450 g de zanahoria cocida, machacada y escurrida;
2 tazas de harina (240 g);
2 cucharadas de Levadura en polvo Royal;
2 cucharadas de bicarbonato;
2 cucharadas de canela en polvo;
1 cucharada de sal

Elaboración

Para cocer la zanahoria, utilizo la Termomix. Es absurdo tener ese aparato en casa y no poderlo utilizar. Pelo las zanahorias, las corto en trozos medianos y las pongo en la Termomix. Las trituro durante 20 segundos a velocidad 5, abro la tapa, bajo con la espátula lo que haya podido quedar en las paredes y echo un cubilete (medio vaso de los de agua) de agua. Programa 20 minutos a 100 ºC y pasado el tiempo las vuelco en un colador y las machaco con un tenedor.

Mientras tanto mezclo en un bol todos los ingredientes secos salvo el azúcar y los reservo.


En el vaso de la Termomix que ya está vacío mezclo el aceite y el azúcar a velocidad 4 durante 20 segundos. Añado los huevos de uno en uno batiendo entre uno y otro a velocidad 5 unos 20 segundos. Después añado las zanahorias y por último la mezcla de ingredientes secos. Bato unos 3 minutos a velocidad 5, vierto en el molde previamente engrasado y enharinado* y lo meto en el horno que ya debería estar a 175 ºC durante 60 minutos.


Y a comérselo todo.


Me hubiera encantado dejaros una foto de la última vez que lo hice pero en casa son muy golosos y cuando ya estaba con la cámara al hombre, alguien le había hincado el diente.


(*) Tengo un truco que me ahorra mucho tiempo y algún que otro quebradero de cabeza. En lugar de engrasar los moldes y enharinarlos, lo que hago es que los forro de papel de horno. Así además de ahorrarme ese paso, sacar el biscocho hecho del molde es muchísimo más sencillo. 


domingo, 17 de agosto de 2014

Gigapan

A veces oímos a hablar a algunos aficionados a la fotografía de paisajes de las Gigapan, pero no sabemos qué es exactamente ese término. Pues bien, una Gigapan es una fotografía, generalmente panorámica, de altísima resolución (más de 1.000 megapixeles). Está altísima resolución no se puede conseguir con las cámaras que están al alcance de cualquier aficionado. Sin embargo, con las cámaras convencionales sí que es posible conseguir un resultado parecido. Mediante un software podemos juntar una colección de muchísimas fotos de alta resolución dando lugar a una fotografía de altísima resolución.

A simple vista el resultado es una foto en la que al ir aumentando el zoom sobre un área de la fotografía que deseamos, podemos seguir apreciando infinidad de detalles.

Hoy en día hay unos robots que se programan para ayudar a los aficionados a la toma de estas fotografías y así conseguir una Gigapan más auténtico. El resultado obviamente no es una fotografía al uso ya que no capta un momento concreto, sino que cada una de las subfotografías han sido tomadas en momentos distintos. Algunas de ellas incluso han sido tomadas con varios minutos de diferencia.

La tecnología comenzó cuando se unieron varias fotografías para estudiar la superficie de Marte. A partir de ahí se desarrolló el hardware y el software que han permitido que la tecnología llegue a los aficionados.

El gigapan más conocido mundialmente es sin duda el de la toma de posesión de Obama, pero para mí, mi favorito es el que realizó Julio de una vista de Peñafiel, panorámica de Peñafiel, por el cariño especial que tengo al pueblo de mi padre.


Os animo a que probéis a buscar a los barrenderos trabajando en este último.


lunes, 11 de agosto de 2014

Letras de cartón forradas de papel

Pues según avanzan las vacaciones vamos haciendo alguna de esas manualidades que teníamos reservadas para verano. El otro día nos pusimos a recortar y a pegar dibujos infantiles en la letra de papel kraft que compramos.

Como ya me imaginaba, al final recorté la mayoría de los dibujos yo misma. El resultado a falta de darle los últimos reoques y la capa de barniz, que lo haremos mañana es el siguiente


Por lo menos pasé un rato entretenida y el niño estaba a mi lado mirando.

lunes, 4 de agosto de 2014

Esperadas vacaciones

Lógicamente el último día de trabajo antes de tomarse un mes de vacaciones es un poco estresante. Todo el mundo anda nervioso en la oficina, de un lado para otro, cerrando temas que parece que no pueden esperar 31 días hasta la vuelta. Como si el mundo se acabara. Y es cierto, 31 días es mucho. Hoy en día no es habitual que la gente se coja un mes entero con sus 31 días de vacaciones y para los que lo podemos hacer es una suerte, un privilegio.

Pero qué diferencia con el primer día de vacaciones. Si tienes la suerte de que el último día de trabajo sea también el del viaje de ida al paraíso, ese  primer día de vacaciones es FANTÁSTICO. Todos estamos llenos de ilusión, de grandes proyectos, de ganas de pasarlo muy bien, de disfrutar de la familia y, por supuesto, de descansar, cambiar el chip y dedicar el tiempo a todo lo que habitualmente no se lo podemos dedicar.


Muchas veces a eso le unimos también el ver a parte de la familia que no vemos a diario. Así es en mi casa, aprovechamos las vacaciones para ver a mi abuela de 97 que es quien une a toda la familia a su alrededor. Vive en la playa y siempre que tenemos oportunidad de vacaciones vamos a verla. Ahora que además tiene un bisnieto, le gusta mucho más que vayamos. Está encantada con él. Sueña con que lleguen nuestras vacaciones y, como dice ella, “la alegría de la casa” vaya a verla.


Para los que se van de vacaciones, pasadlo bien, descansad y reponer energías. Para los que ya están pensando en la vuelta, a pensar en las próximas, el tiempo pasa pronto. 

lunes, 28 de julio de 2014

Genuina Lisboa

Lisboa siempre ha sido una ciudad que tenía muchas ganas de conocer. No sé por qué recuerdo que, siendo ya una niña, le preguntaba a mi padre que cuándo iríamos a conocerla.

Y llegó el momento. Unos cuantos años más tarde de lo que me hubiera gustado pero: objetivo conseguido.

Debe reconocer, muy a mi pesar, que el primer día me decepcionó un poco. Teníamos el hotel en pleno centro, en la Baixa, próximo a la estación de Rossio. Un hotel sin grandes pretensiones que tenía lo imprescindible y nada más, pero tampoco nada menos. Los alrededores estaban llenos de turistas y a los turistas cuando vamos de turismo no nos gusta encontrarnos con más turistas. Nos gusta sentirnos únicos, especiales, genuinos, como si no hubiera nadie más en el mundo al que se le haya ocurrido la misma idea que a nosotros. Además, tengo que reconocer que me pareció una ciudad decadente, bastante decadente. Se notaba que hace unos cuantos años fue una ciudad moderna con gran proyección de futuro pero que aquello acabó. Junto a las plazas señoriales y espectaculares de los Descubridores, del Rossio o del Comercio hay edificios que parece que se van a venir abajo de un momento a otro de lo viejos que están. 

Pero la luz del día y una visita al Monasterio de los Jerónimos al día siguiente lo cambio todo. Turistas seguía habiendo. Después de hacer la cola para coger el tranvía para ir a Belem y de hacer otra cola para entrar en el Monasterio, me quede sin palabras cuando por fin contemplé el espectacular claustro de estilo Manuelino. Todo allí dentro es sencillamente maravilloso. Desde las columnas hasta las cúpulas. Todo merece la pena ser fotografiado así que me dediqué a ello a fondo. Después de visitar el claustro inferior se accede al coro y al claustro superior. Y más fotos. No hay que olvidarse para terminar la visita de entrar en la Iglesia de Santa María de Belem. Igualmente recargada, es una iglesia impresionante con mucho detalles que merecen la pena ser contemplados con tiempo.

Salimos de allí y nos fuimos a visitar la Torre de Belem, otra obra de arte de la arquitectura manuelina. La tarde la dedicamos a visitar el Castillo de San Jorge y "patear" la ciudad.

Azulejos lisboetas

Y ahí, en las distancias cortas, en el pateo de la ciudad es donde Lisboa gana ese encanto que me tenía cautivada cuanto era niña. Lo más bonito es perderse por las calles, disfrutar de sus azulejos, unas veces más cuidados que otros pero igualmente bonitos. Y una experiencia que en España podemos disfrutar poco es la de subirse al tranvía y dejarse llevar a donde él te lleve. Después siempre puedes coger el mismo en la dirección contraria y volver al punto de partida. Sencillo.


Pastelitos de Belem
Pero uno no se puede ir de Lisboa sin probar los "pasteles de nata de Belem". Lo tradicional es comprarlo en la confitería tradicional del barrio que les da nombre pero ..., si no se puede , los de cualquier pastelería de la ciudad son exquisitos. Recomiendo los de la Confitería Nacional en la plaza de Figueira. Siempre es buen momento para comer una de estas tartaletas de hojaldre rellenas de crema.

Y para acabar dos consejor. Uno a mi seguidora número 1, si vas a Lisboa, llévate el bote de colonia pequeño para mitigrar algunos olores, sobre todo en verano. Y otro a mi seguidora número 2, allí nada de tacones, bailarinas como mucho, ya que todo el suelo es de adoquines.



lunes, 21 de julio de 2014

Equivalencia de medidas de cocina (II)

Siguiendo con el post sobre la Equivalencia de medidas en cocina os detallo la equivalencia en peso de medidas comunes para ingredientes muy habituales en nuestras recetas de cocina:

Ingrediente
Cucharada
Tazón de desayuno
Azúcar
30 g
240 g
Arroz
20 g
240 g
Harina
25 g
180 g
Maizena
20 g
110 g
Sal
20 g
225 g
Levadura
18 g
Demasiada cantidad para casi cualquier receta
Mantequilla
40 g
225 g
Pan rallado
20 g
150 g


Pero si seguimos una receta americana o inglesa es posible que las medidas estén expresadas en otro sistema de medidas en lugar del más utilizado en España que el Sistema Métrico Internacional. Para facilitar su “traducción” os dejo esta tabla que con simplemente dividir o multiplicar os ayudará a conseguir saber del peso que están hablando en la receta.


1 lb (libra)
453.6 g
1 oz (onza)
38.35 g
1 kg
2.2 libras
1 libra
16 onzas
1 g
0.0353 onzas




lunes, 14 de julio de 2014

Manualidades para el verano

El verano es una buena época del año para disfrutarla pasando más tiempo en familia y hacer cosas juntos para las que normalmente no encontramos tiempo a lo largo del año.

Yo siempre aprovecho para hacer algún tipo de manualidad que se pueda hacer al aire libre.

Este año tengo varios proyectos pero de la mayoría no os puedo hablar, de momento, porque son sorpresas para alguna de las personas que suelen leer este blog, así que tendréis que esperar un poco, unos meses, hasta noviembre.

Lo que si tengo pensado es aprovechar para hacer con mi niño una bonita letra con collage de imágenes. Últimamente le ha dado por recortar todo tipo de fotos de revistas y creo que es hora de que lo aprovechemos para algo divertido que además nos quedé como recuerdo.

La idea es forrar una letra mayúscula de cartón kraft con esos dibujos y fotos que él recorta y después regalárselo a su padrino. De momento sólo hemos comprado la letra y aprovecharemos las vacaciones para irla preparando. 

El resultado no os lo puedo mostrar todavía pero tranquilos que cuando lo tengamos listo, os lo enseñaremos.
  

¡A ver cómo nos sale!

domingo, 6 de julio de 2014

Sábana de cuna pintada

Jaime, el hijo de mi amiga Irene necesitaba llevar al colegio una sábana tamaño de cuna para dormir la siesta. El requisito era que fuera ajustable, que tuviera un dibujo que el niño identificase con facilidad y que tuviera su nombre.

Como al niño le gustan mucho los coches, sobre todo los de bomberos, decidimos ponerle en su sábana para las siestas un dibujo de un coche de bomberos.

Buscamos dibujos de coches de bomberos y al final nos decidimos por el dibujo que había en un puzzle que tenía. Lo escaneamos en color y adaptamos el tamaño al de la sábana. Marcamos el centro de la tela. Colocamos sobre una cartón fuerte el dibujo, que nos iba a servir de base, pegado y encima la sábana bien sujeta con unas simples pinzas de la ropa. Y empezamos a pintar con las mismas pinturas que compramos para pintar los cojines de la habitación de mi hijo (Cojines para habitación de niño).

A Jaime le encanta su sábana y es la envidia de sus compañeros de cole.

¡Esperamos que tenga felices sueños con ella!







lunes, 30 de junio de 2014

Peñafiel

De entre todos los pueblos españoles, por el que tengo un cariño especial es, sin lugar a dudas, por Peñafiel.

En la provincia de Valladolid, en plena Ribera del Duera, cuna del vino se haya este pueblo castellano en el que cualquier día se puede disfrutar de un exquisito lechazo acompañado de un excelente vino.

Pero Peñafiel no es sólo vino y comida. En su término municipal está uno de los castillos mejor conservados de España. Fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1917. Sus orígenes se remontan al siglo IX aunque su aspecto actual es del siglo XV. Se encuentra en un cerro desde el que hay unas vistas maravillosas de los tres valles que le rodean: Duratón, Duero y Arroyo Botijas. Muchos lo han descrito como un barco anclado en la meseta castellana. La torre del Homenaje divide el castillo en dos dejando a ambos lados de ella sendos patios interiores.

En el patio Sur actualmente está ubicado el Museo Provincial del Vino que desde 1999 es un importante referente enológico no sólo de la provincia si no a nivel nacional y que merece mucho la pena ser visitado.






jueves, 26 de junio de 2014

Equivalencias de medidas en cocina

Una de las cosas que más nos preocupan a la hora de coger una receta de cocina nueva es si sabremos adaptar las medidas que vienen en ella a nuestras necesidades y utensilios de cocina.


Porque, cuando se refieren a una taza, ¿es una taza de desayuno, de té o de café? Para medir una cucharada, ¿utilizamos una cuchara de sopa, de moca, de postre, o de té? Y así en varias cosas más.

Pues bien. Cuando hablamos de un tazón es siempre una taza de las que acostumbramos a utilizar para el desayuno, una taza es una taza de té y una tacita, una taza de café de las que usamos para tomar el café solo. Como en la misma receta, todos los ingredientes están en el mismo sistema de medidas, ya sea americano, inglés, europeo o basado en “tazas” siempre que usemos la misma taza para todos ellos, será suficiente.

Pero hay también algunas medidas que nuestras abuelas, suegras o madres emplean y que nos cuestan. Me refiero a lo que ellas llaman “pizca”, “chorrito” o “nuez”. Dejo, una tabla detallada que nos ayudará mucho a la hora de enfrentarnos a una nueva receta de cocina.

Una nuez. Generalmente suele ser de mantequilla
15 g
Una pizca. Habitualmente de sal o pimienta
Entre 3 y 5 g
Un chorrito. Lo más común es que sea de aceite
70 ml
Un vaso de yogur
135 g del mismo

Os detallo la equivalencia de algunas medidas de volumen:

Vaso de agua
200 ml
Vaso de vino
100 ml
Cucharada (sopera)
15 ml
Cucharadita (de café)
5 ml
Vaso (de agua)
200 ml
Vasito (de vino)
100 ml
Tazón (de desayuno)
250 ml
Taza (de té)
150 ml
Tacita (de café)
100 ml

Otro día os contaré más equivalencias de medidas pero mientras tanto os dejo estas. ¡Espero que os sean útiles!



martes, 17 de junio de 2014

No hay mal que por bien no venga

Cada vez tengo más claro que hoy en día los padres nos exigimos mucho, muchísimo. Ya sabéis que hace unas tres semanas me hice un esguince porque me caí mientras andaba por la calle.

Tengo que reconocer que se me vino el mundo encima. Nada más caerme sabía que algo me había hecho y que el evento más importante del año que tengo en el trabajo iba a tener que pasar a un segundo lugar aunque no quise creérmelo. La confirmación vino después cuando el médico me confirmó un esguince de tobillo, una semana mínima sin apoyar el pie en el suelo y algunas más con muletas.

Fue entonces cuando me di cuenta de que no iba a afectar sólo al trabajo sino también a mi vida cotidiana. El simple hecho de bañar por las noche a mi niño, recogerle en el cole o bajar con él al parque, no los iba a poder hacer y … eso no mola.

En estas tres semanas que llevo “limitada” me he dado cuenta de que todos somos prescindibles. Si no podemos hacer las cosas, siempre habrá alguien que las pueda hacer y, lo más importante, no porque no lo puedas hacer tú la gente va a pensar que no vales. La paciencia que me está exigiendo este tobillo es  tal que nunca creí que tenía, y la humildad que me está enseñando me está viniendo muy bien. Por la vida no se puede ir corriendo para intentar hacer todo lo que nos hemos propuesto; a veces hay que parar y ver en perspectiva, subir un poco de nivel y ver el conjunto, para darse cuenta de que todo sigue a delante sin uno. Las metas nos las ponemos nosotros y no nos la exige nadie nada más que nosotros mismos así que igual que nos las ponemos, nos las podemos quitar.

Al final el evento del trabajo salió estupendamente sin mí, a mi niño le recogieron todos los días a su hora en el colegio , todos los días se fue limpito a la cama, ha sido feliz los días que no pudo bajar al parque a jugar y yo me he dado cuenta de que soy totalmente prescindible.


Como dice el refrán, “no hay mal que por bien no venga”. 

lunes, 2 de junio de 2014

Fotos bien encuadradas

De siempre me ha gustado hacer fotografías y desde que apareció la fotografía digital, mucho más; sobre todo porque ocupan mucho menos espacio físicamente que antes. No hago fotos muy buenas pero es un pasatiempo entretenido que me encanta.

Con el tiempo me he dado cuenta de que más allá de la luz adecuada y el tiempo de exposición de la fotografía, es también importante el encuadre que le quieras dar a la foto. Realmente marca una gran diferencia entre una foto horrible y una foto agradable para la vista. Os dejo par de fotos (derecha) conseguidas mejorando el encuadre de una foto mediocre (izquierda).


Es algo que se puede hacer con un sencillo editor de fotos, aplicación que hoy en día, incluso la mayoría de los teléfonos móviles tienen.

martes, 27 de mayo de 2014

Ordenar los peluches

Esta semana llego tarde, lo sé, pero es que un leve problema de movilidad me ha tenido postrada en el sofá un par de días. Nada grave.

Quería enseñaros como había resuelto el gran problema de tener los muñecos de peluche que habían ido regalando a mi pequeño sin necesidad de colocar una estantería en su habitación.

La idea es muy sencilla. Se trata únicamente de coger una cinta lo suficientemente fuerte y engancharla con un imperdible de seguridad al baldó de la cortina. En mi caso cogí una cinta que prepare con parte de la tela sobrante de la que empleé para hacerle una colcha de cuna. 

Los imperdibles de seguridad se compran en cualquier mercería y son además muy prácticos para otros tipos de cosas. 


El resultado, como véis es una columna de muñecos de peluche que cuelga del techo que, en mi caso caía sobre la mesita de noche.

lunes, 19 de mayo de 2014

Fundas para tacones

Seguro que muchas de vosotras hemos ido a alguna boda y cuando hemos visto que el cóctel era en el jardín habéis pensado: ¡Otros zapatos de tacón estropeados! Y es cierto, para vosotros que no los usáis, los tacones se hunden en la hierba y los zapatos nuevos y relucientes acaban destrozados.

Pero eso ya no pasarán más. Con unos Llelles eso no nos volverá a pasar.

Se tratan de unas fundas de silicona que se colocan en los tacones y gracias a su basa redonda más ancha que los propios tacones, impiden que nos quedemos clavadas en la hierba. También permiten que andemos sin contratiempos por otros tipos de superficies irregulares.

La empresa se llama Llelle y los puedes adquirir a través de su página web www.llelle.es. Los hay en dos colores diferentes, transparentes o negros, y en cuatro tallas dependiendo del diámetro del tacón.

Espero que os resulten tan útiles como a mí.