Aproveché que tenía por casa un bote de pintura gris. Lo mejor de hacer estas cosas es aprovechar lo que uno ya tiene y no comprar nada nuevo. En fin, que lo guay está en crear con lo que uno ya tiene.
Cogí esas dos cajas de vino de madera, las dí una mano de tapa poros, lijé, primera mano de pintura, lijé y segunda mano de pintura y tachán: mis cajas listas para ser usadas.
La caja de una botella la quiero utilizar para colgar las llaves en la entrada de casa que es pequeña y al final la llaves siempre acaban en cualquier sitio y hay que andar buscándolas. La idea es colocar dentro unas alcayatas y colgarlo en la pared.
Y con la caja grande, la de tres botellas, lo que he hecho es ponerla en la habitación de mi hijo para que guarde sus dibujos. La tienen encima de su mesa y está encantado de tener su caja secreta. Y yo más porque ya no tengo encima de su mesa el desbarajuste de papeles que había antes.
Mientras espero a que la taladradora me haga los agujeros en la pared para colgar la caja la estoy usando de macetero aunque también probé a usarla de centro de mesa con algunas flores de buganvilla.
La pintura que he usado para las dos cajas es un esmalte al agua satinado gris perla de Bruguer.
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