La tienda se llama La Ormiga así que había que preparar "ormiguitas" para que estuvieran bien presentes en la tienda.
Lo primero que comentaron es que necesitaban cortinas para los probadores y querían que tuvieran hormigas pintadas de color burdeos. Ni corta ni perezosa, me puse manos a la obra y pinté dos hormigas grandes en una de ellas y varios grupos de hormiguitas pequeñas en la otra. El resultado no sólo les ha gustado a ellas sino que en la inauguración, de la que ya os enseñaré fotos, el público comentaba lo chulas que habían quedado.
Utilicé la misma técnica que ya había empleado otras veces para los cojines de la habitación de mi hijo (Cojines para habitación de niño) y para la sábana de cuna (Sábana de cuna pintada). Marqué el contorno del dibujo con un lápiz y rellené el interior con pintura para tela.
También hicimos unos preciosos cojines igualmente pintados,
Otra de las cosa que le prepare fueron unas hormigas hechas con bolas de foam de las que venden en la mayoría de las tiendas de manualidades. A decir verdad, me ocasionaron un pequeño problema. En mi ignorancia, no sabía que no se les podía aplicar directamente pintura en spray porque se come, literalmente, el foam. La solución es forrar las bolas con trocitos de pañuelo de papel impregnados en una mezcla a partes iguales de agua y cola blanca. Después hay que dejarlos secar unas 24 horas. Cuando estuvieron, las patas y las antenas las hice con alambre retorcido y unos alicates de punta redonda. Por último, les puse unos ojos, una boca y un lazo para que quedasen super cucas.
El resultado no me convenció mucho. No sé porque, Pero debo reconocer que el otro día, cuando inauguraron y las ví en la tienda me parecieron ideales. Tanto que mi hijo me ha pedido una igual para su habitación y ya le he prometido que se la haré.
La semana que viene os enseño fotos de la ropa que tienen y os cuento donde está.