domingo, 15 de marzo de 2015

Talleres de jardinería para niños

Muchos padres nos volvemos locos por buscar actividades para que los niños estén entretenidos cuando tampoco es necesario que tengan de todo tipo de juguetes.

El sábado pasado, mi hijo de 4 años y yo estuvimos juntos en un taller de jardinería al que nos habían invitado de un vivero cercano a casa. Tengo que reconocer que al principio pensé que podría ser que no fuera para él pero acabó encantado.

Cuando llegamos teníamos en las mesas un semillero con 30 huecos para rellenar con tierra (sustrato universal) y otras diferentes semillas que nos iban a ir dando. A los niños les repartieron unos rastrillos y unas palas y les encargaron ir rellenando cada hueco con tierra. Cuando tuvieron todos los huecos rellenos de tierra, el monitor les fue explicando como cada tipo de semillas necesitaba una forma diferente de plantar.

Nos enseñaron que las semillas siempre se deben plantar tumbadas, como si estuvieran descansando en la tierra y que debían estar a una profundidad que fuera el doble de la altura de la semilla. También les explicaron (nos explicaron a todos) que los semilleros son como las cunas de las plantas. Allí están cuando son pequeñas pero luego, cuando crecen hay que pasarlas a unas macetas más grandes porque necesitan más espacio. Si las plantas se quedan sin espacio para sus raíces, no crecen. Lo normal es que en 4-5 semanas, cuando tengan ya 6 hojas,, haya que trasplantarlas a una maceta de mayor tamaño.

Plantamos semillas de judías verdes, girasol, tomate, melón, claveles indios, calabaza de peregrino y "moneda del Papa. Pero también plantamos otras plantas que se reproducen por esquejes como el romero y la lavanda.

Ahora tenemos en casa nuestro semillero y un día sí y otro no el niño lo riega. Por ahora tenemos dos semillas de calabaza que ya han germinado, también una de judías verdes y casi todos las de los claveles indios. Mi hijo está emocionado y todos los días, cuando llega del colegio va corriendo a ver como están sus pequeños retoños.

¡No sé qué vamos a hacer el día que las plantas crezcan y ya no nos quepan en casa! os iré contando

lunes, 2 de marzo de 2015

¿Debemos hacer tareas de voluntariado?

Seguro que todos y cada uno de nosotros ha sentido en algún momento la necesidad de ayudar a alguien. Ese simple hecho se puede ya, de por sí, considerar un voluntariado. Por que hacer tareas de voluntariado no es más que eso, aquellos actos que se realizan de forma voluntaria sin esperar NADA a cambio.

Sin embargo, yo tengo que añadir que siempre, siempre, se recibe algo a cambio. Desde la alegría de ver como un niño se pone contento al recibir un juguete, o la satisfacción que da ver que una persona, por lo menos un día come algo, hasta el entusiasmo por ver que un anciano es atendido como se merece.

Realizar estas tareas o "trabajos" de forma voluntaria para y por los demás tienen muchísimos efectos positivos sobre nosotros mismos. En muchas ocasiones nos ofrecen la posibilidad de conocer a gente diferente de la que habitualmente conocemos por nuestro trabajo o estudios. Y esto, a su vez, facilita que nos pongamos en el lugar de otros cuando hay un conflicto. Nos ayuda a tener una visión menos sesgada de la realidad que se vive en el día a día en otras familias, comunidades o, incluso países.

A menudo tenemos la sensación, como nos explican en este vídeo que os dejo, de que para hacer un voluntariado hay que dejarlo todo e irse un año a la India, cuando en realidad, tenemos a gente muy cerca que puede necesitar nuestra ayuda. Hasta hace unos años esa "ayuda" necesitada siempre venía de la propia familia pero con el cambio del modelo de sociedad esa labor que ejercía desinteresadamente la propia familia se ha ido perdiendo y muchas personas, más de las que necesitamos, necesitan una ayuda externa sin que ni ellos mismos sean conscientes de esa necesidad.

No tengáis miedo a realizar ninguna tarea de voluntariado. Por dura que os parezca, el mayor beneficio lo sacaréis vosotros mismo. Si no lo haces por los demás, hazlo por ti mismo. Aunque pueda parece egoísta, no lo es tanto.

Os animo ver este vídeo maravilloso realizado por unos estudiantes universitarios que estoy convencida de que no os va a dejar indiferente.